los valores dentro del aula de clase
Proporcionar al alumno oportunidades específicas para actuar según sus
valores dentro y fuera del aula es para del aprendizaje para la vida, el
responsabilizarlo en tareas sencillas, fortalecera la seguridad y
confianza en si mismo dandole independencia.

Sin embargo, el criterio con el que otorgamos valor a esos
elementos varía en el tiempo, a lo largo de la historia, y depende de lo
que cada persona asume como sus valores.
En las organizaciones, los valores permiten que sus integrantes
interactúen de manera armónica. Influyen en su formación y desarrollo
como personas, y facilitan alcanzar objetivos que no serían posibles de
manera individual.
Para el bienestar de una comunidad es necesario que existan
normas compartidas que orienten el comportamiento de sus integrantes. De
lo contrario, la comunidad no logra funcionar de manera satisfactoria
para la mayoría.
Con la palabra “comunidad” me refiero a la pareja, la familia,
el trabajo, el salón de clases, el condominio, los vecinos, la ciudad,
el país y a cualquier otra instancia de relación con otras personas. Si
no compartimos sus valores no nos sentiremos bien, ni funcionaremos de
manera adecuada en esa comunidad. Tampoco nos producirá satisfacción ser
parte de ella.
Para la cultura organizacional de una empresa los valores son
la base de las actitudes, motivaciones y expectativas de sus
trabajadores. Los valores son la columna vertebral de sus
comportamientos.
Si los valores no tienen significados comunes para todos los
empleados, el trabajo diario se hace más difícil y pesado. El ambiente
laboral se vuelve tenso, la gente trabaja con la sensación de que no
todos reman en la misma dirección y los clientes pagan las
consecuencias.
Como pilares de una empresa, los valores no sólo necesitan ser
definidos. La empresa debe darles mantenimiento, promoverlos y
divulgarlos constantemente. Sólo así sus trabajadores tendrán mejor
oportunidad de comprender sus significados y ponerlos en práctica en sus
labores diarias.
Cuando
sentimos que en la familia, la escuela, el trabajo, y en la sociedad en
general, hay fallas de funcionamiento, muchas veces se debe a la falta
de valores compartidos, lo que se refleja en falta de coherencia entre
lo que se dice y lo que se hace.
Por ejemplo, es difícil saber cómo enseñar a los hijos el valor “tolerancia”, si nuestros líderes y gobernantes insultan permanentemente a todos aquellos con quienes tienen diferencias de opiniones.
Igualmente resulta cuesta arriba promover el valor “respeto” si hay maestros, profesores, jefes o padres que frente a situaciones complejas defienden sus decisiones argumentando: “Aquí se hace lo que yo digo” o “Las cosas son así porque sí”.
En términos prácticos es poco probable que una comunidad funcione bien (y no digo “perfecto”) si las personas que la integran no se basan en ciertos principios que orienten permanentemente su forma de relacionarse, en las buenas y en las malas.A lo largo de la vida los valores han sido de suma importancia para que exista armonía en la sociedad; sin embargo en la actualidad se han ido desvaneciendo, de acuerdo al uso que las personas como individuos han dejado de darles, por lo tanto las nuevas generaciones carecen de estos, los hacen de lado y no reconocen lo importantes que son para tener una mejor relación y convivencia dentro de la sociedad.
Por ejemplo, es difícil saber cómo enseñar a los hijos el valor “tolerancia”, si nuestros líderes y gobernantes insultan permanentemente a todos aquellos con quienes tienen diferencias de opiniones.
Igualmente resulta cuesta arriba promover el valor “respeto” si hay maestros, profesores, jefes o padres que frente a situaciones complejas defienden sus decisiones argumentando: “Aquí se hace lo que yo digo” o “Las cosas son así porque sí”.
En términos prácticos es poco probable que una comunidad funcione bien (y no digo “perfecto”) si las personas que la integran no se basan en ciertos principios que orienten permanentemente su forma de relacionarse, en las buenas y en las malas.A lo largo de la vida los valores han sido de suma importancia para que exista armonía en la sociedad; sin embargo en la actualidad se han ido desvaneciendo, de acuerdo al uso que las personas como individuos han dejado de darles, por lo tanto las nuevas generaciones carecen de estos, los hacen de lado y no reconocen lo importantes que son para tener una mejor relación y convivencia dentro de la sociedad.
Pero en realidad, ¿se conoce lo que es un valor?, este término no tiene
un sentido unívoco, es un término con variedad de significados, de esta
forma se puede hablar de valores humanos y morales, que servirán para
desenvolverse y relacionarse de manera eficaz dentro de la sociedad; y
del mismo modo sirva para formar y educar apropiadamente, según las
necesidades.
Indudablemente, la educación familiar sienta las bases para el
desarrollo de valores que permitan a niñas y niños relacionarse con
otras personas fuera de casa.
La escuela, por su parte, además de favorecer la asimilación de
conocimientos, fortalece el desarrollo de valores en los alumnos, a
través de actividades en el aula, del abordaje de los contenidos de las
asignaturas y de la convivencia diaria. ("Guía para padres y maestros",
2002)
La escuela tiene la encomienda de desarrollar armónicamente todas las
facultades del ser humano, es decir, de formar integral a las y los
alumnos mediante la promoción del pleno desarrollo de su personalidad,
del enriquecimiento de su acervo cultural y del desarrollo de
competencias que les permitan enfrentarse a un mundo cada vez más
complejo.
El ser humano tiene una naturaleza
indeterminada. Las personas no están programadas sino que
se ven obligadas a decidir continuamente sobre cómo y
hacia dónde quieren dirigir su vida. El origen de lo
moral esta en
la necesidad de decidir cómo se quiere vivir, a pesar de
presiones sociales y los condicionamientos biológicos y
culturales.
Desde este convencimiento nuestro grupo de
trabajo ha
concebido la necesidad de indagar, analizar y presentar la
siguiente monografía. El tema escogido es de
palpitante actualidad, pues parte de la crisis que
cómo país tercermundista padecemos es,
precisamente, la falta de una práctica de valores, cuyas
características de universalidad y homogeneidad
persistente, redunden en una mejora en nuestra calidad de
vida. La escuela, en ese
sentido, juega un rol fundamental pues como agente reproductor y
socializador de los valores presentes en la sociedad, se
convierte en el espacio donde se puede empezar el cambio que
tantas veces se ha pregonado pero que aún permanece como
una utopía: Donde se produzca el tránsito de una
sociedad autocrática, intolerante y dogmática a una
sociedad democrática, tolerante y crítica.
Desde este punto de vista la misión de
la
educación en valores debería consistir en la
superación de la socialización de los mismos para fijarse
objetivos
próximos a la capacidad crítica, autonomía y
racionalidad de la persona en
situaciones de conflicto
ético.
El valor es tanto
un bien que responde a necesidades humanas como un criterio que
permite evaluar la bondad de nuestras acciones.
Cuando hablamos de valor, generalmente nos referimos a
las cosas materiales,
espirituales, instituciones,
profesiones, derechos civiles, etc., que
permiten al hombre
realizarse de alguna manera. El valor es, entonces, una propiedad de
las cosas o de las personas. Todo lo que es, por el simple hecho
de existir, vale. Un mismo objeto (persona o cosa) puede poseer
varios tipos de valores, por ejemplo, un coche puede ser
útil además de bello.
El valor es pues captado como un bien, ya que se le
identifica con lo bueno, con lo perfecto o con lo valioso. El mal
es, entonces, la carencia o la ausencia de bien. Se llama mal al
vacío, es decir, a lo que no existe. Por ejemplo, el
agujero en el pantalón, es la falta o ausencia de
tela.
Existen dos tipos de bienes; los
útiles y los no útiles:
Un bien útil se busca porque proporciona otro
bien, es el medio para llegar a un fin. Por ejemplo, si voy a
comprar un coche para poder ir al
trabajo (utilidad) busco
un coche de buena marca, de buen
precio, que me
sirva para mi fin, ir al trabajo. Un bien no útil, por el
contrario, es el que se busca por sí mismo. Por ejemplo,
las personas son bienes no útiles, porque valen por
sí mismas, por el hecho de existir como seres humanos,
tienen dignidad y no
pueden ser usadas por los demás.
Los valores valen por sí mismos, se les conozca o
no. Van más allá de las personas, es decir,
trascienden, por lo que son y no por lo que se opine de
ellos.
Todos los valores se
refieren a las necesidades o aspiraciones humanas. Las personas
buscamos satisfacer dichas necesidades.
Los valores físicos, como el afecto y la salud, así como los
valores económicos, el poseer una existencia con un
mínimo de confort, satisfacen en gran medida estas
necesidades básicas.
Caracterristicas de los valores
El valor moral perfecciona al hombre en cuanto a ser
hombre, en su voluntad, en su libertad, en
su razón. Se puede tener buena o mala salud, más o
menos cultura, por ejemplo, pero esto no afecta directamente al
ser hombre. Sin embargo vivir en la mentira, el hacer uso de la
violencia o el cometer un fraude, degradan
a la persona, empeoran al ser humano, lo deshumanizan. Por el
contrario las acciones buenas, vivir la verdad, actuar con
honestidad, el
buscar la justicia, le
perfeccionan. El valor moral te lleva a construirte como hombre,
a hacerte más humano.
Depende exclusivamente de la elección libre, el
sujeto decide alcanzar dichos valores y esto sólo
será posible basándose en esfuerzo y perseverancia.
El hombre
actúa como sujeto activo y no pasivo ante los valores
morales, ya que se obtienen basándose en
mérito.
Estos valores perfeccionan al hombre de tal manera que
lo hacen más humano, por ejemplo, la justicia hace al
hombre más noble, de mayor calidad como
persona.
Para lograr comprender plenamente los valores morales
debemos analizar la relación que éstos guardan con
otro tipo de valores. Siendo el ser humano el punto de referencia
para los valores, cabe ordenarlos de acuerdo con su capacidad
para perfeccionar al hombre. Un valor cobrará mayor
importancia en cuanto logre perfeccionar al hombre en un aspecto
más íntimamente humano:
- Valores infrahumanos.- Son aquellos que sí perfeccionan al hombre, pero en aspectos más inferiores, en aspectos que comparte con otros seres, con los animales, por ejemplo. Aquí se encuentran valores como el placer, la fuerza, la agilidad, la salud.
- Valores humanos inframorales.- Son aquellos valores que son exclusivos del hombre, ya no los alcanzan los animales, únicamente el hombre. Aquí encontramos valores como los económicos, la riqueza, el éxito, por ejemplo. La inteligencia y el conocimiento, el arte, el buen gusto. Y socialmente hablando, la prosperidad, el prestigio, la autoridad, etc.
- Valores Instrumentales.- Son comportamientos alternativos mediante los cuales conseguimos los fines deseados.
- Valores Terminales.- Son estados finales o metas en la vida que al individuo le gustaría conseguir a lo largo de su vida.
valores
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